El Palacio de Bellas Artes, edificado de acuerdo con el proyecto de Adamo Boari, reemplazó al antiguo teatro Nacional, situado al lado de la Alameda Central. El proyecto se presentó en 1904. En 1905, la casas Milliken de Nueva York llevó a cabo la cimentación y en 1906 construyó el esqueleto metálico. Poco a poco se reunieron los demás elementos y se levantó la fachada de mármol. La compañía Tiffany´s de Nueva York realizó un telón de cristal que representa a los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl según el pintor Gerardo Murillo.
Boari no llegó a concluir la obra en el lapso estimado inicialmente (habría de inaugurarse en 1910). El estallido de la Revolución hizo, como en muchos otros casos, que los trabajos fueran suspendidos. Tras varios intentos fallidos de reanudar las obras, el teatro fue inaugurado hasta 1934, bajo el gobierno de Abelardo Rodríguez. El Palacio Debe considerarse no sólo como el reflejo de la difícil época histórica que rodeó su edificación, sino un ajustado muestrario en el que se mezclan las tendencias artísticas de su dilatada construcción (Art Nouveau, afrancesamiento porfirista, Art Déco y nacionalismo mexicano) así como los novedosos criterios de funcionalidad (recursos técnicos para el arte teatral, salones para eventos menores y galerías para exposiciones).
Bibliografía:
--------------------------. Enciclopedia Océano de México, Barcelona, España, Océano Grupo Editorial, p.p. 848, V.III
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